Hoy por fin visitamos el Muro bajo una lluvia que incita más a ponerse morado de hot-dogs en algún local que a caminar bajo un paraguas. Nos esperan allí Maite y Gloria aburridas por el retraso que llevamos debido a la locura que nos suponía entender el mapa del metro y las falsas indicaciones que nos daba la gente, muy fuerte...



Del Muro regresamos a Prenzlauer Berg (nuestro barrio), concretamente a Mauerpark donde se organiza un mercadillo de material (prendas, muebles, accesorios para el hogar...) de primera y segunda mano que merece mucho la pena visitar. Lo hacemos en tranvía, que por suerte (lo digo porque mi trancazo y el mal tiempo podrían provocarme un suicidio) nos lleva por unas calles por las cuales pudimos ver lo suficiente la avenida de Karl-Marx, de una estética totalmente soviética.
En la calle nos reponemos con un par de hot-dogs y una coca-cola antes de llegar al mercado. Nieva copiosamente.

En Mauerpark nos esperan el grupo de Rober y Adolfo. Yo echo un rápido vistazo a los puestos ya que me estoy empezando a agobiar por la incesante nevada que está cayendo y nos resguardamos en una cafetería de las cercanías donde me sirven una sopa de tomate sabrosísima.
Posterior, nos vamos todos al centro, a los alrededores de Alexanderplatz a tomar algo. Entramos en un bar donde pinchaban un mínimal house a medio volumen que te animaba sí o sí, y posterior decidimos ir con Carlos, Txente, Adolfo y Rober a un local donde nos garantizan pasarlo bien. Se trata del "Café fatal", una discoteca (ubicada en el barrio turco) de ambiente gay donde la gente participa en bailes de salón. El local nos parece impresionante pero el ambiente de lo más freak, mujeres con bigote, maricas vestidas por no más de 10€, chicas con un pestazo a sudor incontenible... de todo y para todos. Nos reímos poco, jajajaja....
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