.: 29 de diciembre del 2008

jueves, 8 de enero de 2009

29 de diciembre del 2008

Desgraciadamente casi todas las fotos del viaje a Berlín han perdido nitidez, justo lo contrario a los recuerdos que aún guardo en el disco duro de mi memoria, y echando mano a la libreta que guardé en el bolsillo del abrigo para ir anotando curiosidades e importantes datos, voy a procurar, como siempre, ponerle un poco de gusto a las actualizaciones sobre el viaje, tal y como se merece.

Salimos hacia Loiu el 29.12.2008, nerviosos, y no de emoción, Janis se retraso en venir a recogernos en coche y temíamos echar al traste las vacaciones desde el minuto cero. Pese a andar justos de tiempo, fue un trayecto agradable, sobre todo porque era la primera vez que conocía en persona a mi sobrina política, de la cual ya me comentaron que es muy guapa, y por supuesto, no me mintieron.

Antes de embarcar eché un vistazo a las personas que hacían cola junto a nosotros. Realmente no llegué a entender que se les había perdido a muchas de ellas en Alemania, y no me quedó mas remedio que pensar que cada persona es un mundo y que las inquietudes en la vida pueden ser muy variadas, desde luego, las nuestras parecían ser las más diferentes, irse de vacaciones, fíjate tu...

El vuelo hasta Palma resultó ser corto y agradable, como un mister de provincias jaja... Nos sirvieron un café con galletas y en una pequeña pantalla observamos que a los 10.000 metros de altura que alcanzábamos, la temperatura externa era de -56º. Frío, frío...

Mientras esperábamos el siguiente vuelo (Palma-Berlín) en el aeropuerto más horroroso que jamás he pisado, una chica llamó mi atención. Su cara me resultaba de lo más familiar hasta que Jokin la definió como la posible hermana de Daniel Brühl, juraría que poniéndole una larga melena al actor conseguiríamos una imagen exacta de ella. Guapa no, lo siguiente...

Ya en el avíon uno descubre que sus rasgos físicos poco tienen que ver al de la mayoría de los pasajeros. Los altos, rubios y de ojos claros, son tan abundantes como los comercios chinos en la Parte vieja, jeje...y lamentablemente yo comparto asiento con un español, sesentón y con un aliento a alcohol infumable, un business-man pero no en business-class, dueño de un surtido de aparatos electrónicos, como un portátil y un GPS con el que pudimos visualizar la zona donde se encontraba el apartamento donde nos instalaríamos el la capital alemana. Majo tío a pesar de su fetidez bucal...